Capítulo 11. Lluvia de estrellas


Porfirio levanta la cabeza y señala arriba a la pantalla que se ilumina. Me pide que la observe y nos tumbamos en el suelo de gomaespuma. La cámara que toma las imágenes parece abrirse paso entre una nebulosa y se introduce en el sistema solar.
-Voy a mostrarte las dos posibilidades de futuro que hay registradas para 2027. Es el próximo año J.
-¿Qué quiere decir año J?
-Un año complicado, una encrucijada en la que dependiendo de las decisiones que se adopten, podrá haber futuro o no. En tu vida un día J fue cuando decidiste huir a Madrid. Si no lo hubieses hecho...
-Lo sé, ya no estaría aquí, ni en ningún lado, ¿verdad?
-Más o menos, las probabilidades de futuro se hubieran reducido al mínimo.
En la pantalla una esfera roja atraviesa un anillo lleno de puntos naranjas y verdes donde aparece la etiqueta “Cinturón principal de asteroides”. La imagen aumenta y distingo la Tierra que cada vez ocupa más espacio en la pantalla. Porfirio me pide que me fije en el planeta rojo.
-Parece que se dirige hacia el sol – le digo.
-Es el planeta X, en su perihelio, en el punto más aproximado alrededor del sol desviará meteoros a la Tierra, muchos son menores y aunque causarán daños, el mundo sobrevivirá, pero hay algunos de un tamaño mayor a 500 kilómetros que serán enviados en trayectoria de colisión hacia la Tierra. Si no se interceptan...
Como en una partida de billar tres pedruscos salen despedidos, uno se aleja de la órbita terrestre, otro segundo se aproxima pero pasa de largo y el tercero, choca contra el planeta que se envuelve en una bola de fuego.
-¡Dios mío! – grito.
-Hay otra alternativa, mira la pantalla.
Un hombre que parece mulato está dando un discurso en inglés, escucho que es el presidente de los Estados Unidos de la Tierra. Pero no entiendo lo que dice.
-¿Quién es? – le pregunto.
-Será el representante de tu mundo en 2027, elegido por todos los países para aceptar nuestra ayuda. Anteriormente fue jefe de gobierno de EEUU. Pero para que esto ocurra es necesario que la gente se oponga rotundamente a los planes bélicos de algunos dirigentes, pues no habría forma de conciliarlo ni de conseguir autorización para intervenir. Para salvar el planeta es indispensable mantener la paz.
-¿Y tú crees que lo conseguiremos?
-Nada es imposible, aunque tampoco será fácil, el futuro es muy frágil pero está en vuestras manos salvar la Tierra. Será lo que vosotros queráis.
-Creo que lo conseguiremos – le digo, mientras escucho que en la pantalla una multitud grita:
¡Barak!


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