Capítulo 10. Nave de la Paz
Porfirio
me lanza una mirada que siento cálida y profunda. Se lleva los dedos
a la frente y cierra los ojos. Se estremece con gesto de dolor, y a
la vez que aprieta los labios se coge la cabeza por ambos lados.
–¡Están
aquí! –dice susurrando– Escóndete en el montacargas.
–¿Están
aquí?¿Quiénes?
–Los
draconianos.
Escóndete, date prisa.
Me
levanto lo más rápido que puedo y me subo en el montacargas.
–¿Pero
dónde están esos draconianos?
–Tengo
que contarte muchas cosas, yo soy...
–¿Mi
amigo?
–No
me refería a eso, ahora quédate callada.
Tras
los cristales veo una luz violeta que va creciendo.
–¿Qué
es esa luz?
–Es
la nave, llegarán en pocos segundos. Confía en mí, luego te
explico.
Porfirio
cierra la puerta. Escucho el sonido de una campanilla y miro por las
rendijas de ventilación. Una enorme nave metalizada se posa frente
al edificio, baja una compuerta a la misma altura de la planta en la
que nos encontramos. Porfirio levanta la mano derecha y extiende los
dedos índice y corazón en forma de V. De la nave descienden dos individuos
verdes más bajos, visten monos con capas rojas y sobre el pecho el
emblema de una serpiente. Saludan a Porfirio con el mismo gesto.
–¿Tomaste
ya una decisión? –dice uno de ellos.
–Será
complicado –contesta Porfirio.
–Si
aceptas, serás el amo de la superficie.
–De
esta va a quedar poco en pie, pero acepto.
–Ahora
cumple con tu parte, lo que ocurra a partir de hoy no será culpa
nuestra.
Los
dos humanoides dan un salto entrando en la nave que vuelve a emitir
la luz violácea, da un giro frente al edificio y desaparece.
Porfirio se lleva una palma a la frente, se vuelve hacia mí y me
abre la puerta del montacargas.
–¿Qué
ocurre Porfirio?
–Quieren
iniciar una guerra para camuflar los efectos del planeta X cuando este se
aproxime. Pero no lo vamos a permitir. Hay humanos dispuestos a
evitar sus planes, y unidos, lo conseguiremos.
–¿Pero
no entiendo qué quieren camuflar con una guerra?
–Cuando
el planeta X entre en la fase de acercamiento provocará desorden a
su paso, cambios en el clima, cruce de cometas, fenómenos meteorológicos extremos, y lluvia de meteoritos, algunos pueden pasar cerca de la Tierra, incluso
impactar. Ellos quieren ocultarlo a la gente, para lo que tienen
planeado comenzar una guerra mundial, les parece la única forma de
ocultar lo que se avecina. Pero todavía no, te estoy hablando de tu
futuro.
–¿Y
tú qué tienes que ver con esos hombres verdes?
–Hace
tiempo fui uno de ellos, pero ya no... No tengo nada que ver con sus
planes destructivos, soy un rebelde aunque aún no lo han
descubierto. Ellos creen que les apoyaré en esa guerra, pero algunos tenemos un proyecto paralelo, nave de la Paz. ¿Quieres colaborar con nosotros?
Le
contesto que sí y me tiende la mano para bajar del montacargas.
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